Los bancos reestructuran sus sicavs para sortear el golpe fiscal que prepara Hacienda
El Ministerio de Hacienda ya ha avisado de que se apretará las cuerdas a las sicavs y que su objetivo es que las inversiones sean reales por parte de los cien participantes que debe tener una sicav para poder tributar al 1% en impuesto de sociedades.
Los bancos corren que se las pelan en esta recta final del año para asegurarse de que a sus clientes de sicavs -las conocidas sociedades cotizadas de inversión colectiva- no les pilla el toro fiscal de cara al año que viene. Estos vehículos de inversión para grandes patrimonios, que cuentan con la ventaja de pagar sólo un 1% de impuesto de sociedades al igual que los fondos de inversión, están una vez más en el ojo del huracán ante el anuncio del Ministerio de Hacienda dirigido por María Jesús Montero de que endurecerá los requisitos para los vehículos el año que viene y de que la Agencia Tributaria pasará a inspeccionarlas, algo que hasta ahora solo hacía la CNMV.
Fuentes financieras confirman a este periódico que los principales bancos españoles están promoviendo entre sus clientes de sicavs que realicen ciertos movimientos de inversión para que sus vehículos sigan siendo considerados sicavs y no pasen a ser denifidos por parte de la Agencia Tributaria como sociedades anónimas, lo cual dispararía su factura fiscal anual desde el 1% hasta el 25% y acabaría con las ventajas fiscales que tienen las sicavs.
Concretamente, lo que se está promoviendo son inversiones cruzadas entre distintas sicavs, ya que el Gobierno ha anunciado que incluirá dentro de la ley de medidas contra el fraude una exigencia para que cada uno de los 100 accionistas como mínimo que exige la ley para una sicav invierta al menos 2.500 euros. De esta manera, considera la autoridad que los inversores son de verdad y no los conocidos ‘mariachis’ que acompañan al propietario y que se estilaban hace años.
Clubs de inversores
Para blindarse ante Hacienda, los bancos están promoviendo una suerte de «clubs de inversores» a partir de los cuales, si cada uno de ellos invierte 247.000 euros en cien sicavs -2.500 en 99 más la suya propia, donde pueden tener mucho más dinero- los vehículos de inversión colectiva cumplirán con la normativa y de esta manera no se verán amenazados por Hacienda al contar con 100 participantes ‘reales’.
No obstante, no todos pueden hacerlo con igual facilidad. Las entidades bancarias que gestionan más de cien sicavs pueden cumplir con estos requisitos simplemente cruzando participaciones de sus propias sociedades de inversión colectiva. Son Banco Santander, BBVA, Bankinter, Credit Suisse, UBS, Banco Sabadell Urquijo y Caixabank. Y se quedan fuera otros grandes gestores de sicavs como Banca March, Renta 4 y BNP Paribas.
Por tanto, estos bancos que consigan que sus clientes realicen las participaciones cruzadas entre sicavs cubrirán sus partícipes de forma interna y no tendrán que buscar en el mercado inversores externos que aporten ese dinero.
Es importante que estas inversiones sean reales, pues en caso contrario los abogados podrían hacerlo de forma operativa sin que supusiera demasiado trabajo, pero no está claro que eso fuera a contentar a Hacienda. Todavía no hay un texto público al que atenerse y las dudas sobre la seguridad jurídica son importantes.
Con la ‘triquiñuela’ propuesta por los asesores fiscales bancarios de que un inversor ponga 2.500 euros en 99 vehículos para que otros 99 inversores le pongan 2.500 cada uno en el suyo, en teoría evitarán las nuevas restricciones que exigirá el fisco.
Endurecimiento a las sicavs
Las sicavs llevan tiempo en el ojo del huracán de los distintos gobiernos, desde que en un ya lejanísimo 2007 el entonces vicepresidente de la CNMV Carlos Arenillas fue ‘pillado’ con una sicav que utilizaba para reducir su factura fiscal mediante unos ‘mariachis’ que no participaban de la sociedad. Según fuentes fiscales consultadas por este periódico, «ahora ya hay mucha gente que se plantea si ha llegado el momento de llegar hasta aquí con su sicav». No obstante, el número de sicavs que hay actualmente es el mismo prácticamente que hace diez años, porque sus ventajas fiscales siguen ganando a los inconvenientes.
Esta misma semana, se ha conocido que José María Castellano, ex CEO de Inditex, ha cerrado su sicav entre el endurecimiento legal.
La entrada de Hacienda
Según ha avanzado Hacienda, con los cambios regulatorios que se prevé será la propia Agencia Tributaria quien tenga en sus manos la decisión de que una sociedad pueda seguir siendo considerada sicav o pase al régimen ordinario como sociedad anónima. Según fuentes fiscales, es una vieja reivindicación de los inspectores de Hacienda que dejaron de poder inspeccionar las sicavs en la década de los 2000 y que llevan tiempo queriendo recuperar esta potestad. La exigencia de que haya al menos 100 inversores en una institución en España contrasta con otras legislaciones como Luxemburgo donde las instituciones de inversión colectiva exigen un mínimo de tres accionistas.
Antes de que el golpe fiscal de Hacienda venga, los bancos ya lo han descontado.
Cruce de participaciones
Al estar muy reguladas, las sicavs solo pueden invertir en ciertas cosas. Muchos grandes patrimonios utilizan las sicavs como vehículos de inversión ya que les permite no tener que tributar fiscalmente salvo al 1% por los beneficios hasta el momento en que venden, momento en que tienen que tributar por IRPF como rentas del capital. El reordenamiento de las participaciones en las sicavs se está realizando en las últimas semanas de manera urgente en la mayoría de las entidades.